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¿CÓMO PUEDE AYUDAR LA PSICOLOGÍA A TU HIJO/A?

Tanto la infancia como la adolescencia son etapas de grandes cambios, donde pueden surgir conflictos y dificultades emocionales. Son etapas de búsqueda de identidad y de un lugar en el mundo. Aunque son etapas de la vida diferentes, en algunas ocasiones pueden surgir problemas que afecten a cómo se sienten, piensan y actúan.

La terapia psicológica puede ser una opción donde aprendan a expresarse, adquieran herramientas y técnicas para afrontar situaciones que les provoquen malestar o bien que aprendan nuevos comportamientos más adaptativos a su día a día.


  • ¿Cuándo solicitar ayuda psicológica?

A continuación, detallamos algunas señales que pueden indicar que tu hijo necesita ayuda. Estos problemas no indican necesariamente la presencia de un problema grave, pero sí pueden ser una alerta de que algo está pasando.


  • Problemas de conducta (enfados constantes, agresividad, rabietas, desobediencia, impulsividad…).

  • Dificultades para atender y concentrarse.

  • Dificultades sociales, aislamiento, timidez excesiva, evitación.

  • Episodios de tristeza, apatía, desinterés por actividades que antes realizaba.

  • Bajo rendimiento escolar o problemas en la escuela.

  • Miedo a estar solo, insomnio, pesadillas o terrores nocturnos.

  • Cambios constantes en el estado de ánimo o en el comportamiento.

  • Acoso escolar.

  • Autolesiones.

  • Dificultades en casa o sucesos vitales, como por ejemplo separación de los padres, duelo por un familiar querido....



  • ¿Qué se hace en terapia?

Durante el proceso terapéutico, en función de la edad se realizarán diferentes actividades y juegos.


En terapia, los niños y adolescentes aprenden a expresar sus vivencias, cómo se sienten y van aprendiendo a afrontar y solucionar sus problemas. La terapia se convierte en un espacio seguro para hablar y trabajar libremente en base a unos objetivos marcados entre padres y terapeuta.


En el caso de niños más pequeños, la terapia puede basarse en hablar, dibujar y emplear juegos con finalidad didáctica y con un aprendizaje. Con niños algo más mayores y adolescentes se emplearán actividades, ejercicios o herramientas enfocadas a entrenar los objetivos que necesite cada paciente.

Es importante destacar la colaboración de los padres en el proceso terapéutico. En algunas ocasiones, la psicóloga podrá reunirse con el menor y sus padres o bien atender solamente al niño o adolescente. También se pueden concertar sesiones psicoeducativas con los padres donde se den pautas para que ayuden al menor desde casa.


Si tienes dudas acerca de si tu hijo necesitaría ayuda psicológica, habla con tu hijo, pregúntale si cree que le vendría bien hablar con un psicólogo, si necesita ayuda, que se sienta que toma parte del proceso desde el inicio. Muchas veces, los niños son capaces de expresar abiertamente la ayuda, pero en otras ocasiones no saben cómo expresarlo o directamente pueden ser más reacios a la idea.


Esperamos que este post te haya resultado útil, si necesitas información sobre la situación que estáis viviendo con vuestro hijo o una primera valoración, en Espacio Motiva contamos con la psicóloga del centro que trabaja con niños y adolescentes.



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